viernes, 5 de abril de 2013

La Catedral de Plasencia


     Nuestra catedral está formada por dos catedrales, la antigua y la nueva: 
  • Catedral Antigua o Iglesia de Santa María que presenta la originalidad de ofrecernos dos edificios pegados arquitectónicamente y diferenciados en el tiempo y en el estilo. La Catedral de Santa María de Plasencia, comúnmente conocida como Catedral Antigua de Plasencia, actual Museo Catedralicio,  es un edificio que constituye un ejemplo muy interesante de transición del románico al gótico y constituye una de las mayores joyas de la “Perla del Valle del Jerte”, Plasencia. Su construcción comenzó a principios del siglo XIII y las últimas aportaciones protogóticas se dieron en el siglo XV. Durante estos siglos las obras corrieron a cargo de maestros como Juan Francés, Juan Pérez o Diego Díaz. En 1931 se incluyó en la lista de Monumentos Nacionales en el conjunto de Bienes de Interés Cultural. Cabe destacar la Torre del Melón, antigua Sala Capitular, y que sigue el modelo de torres linterna o del grupo de cúpulas leonesas.
  • Catedral Nueva. Comenzada en el año 1498 y continuada a lo largo del siglo XVI dentro del estilo gótico-renacentista. Participan en su construcción de forma más o menos directa los principales arquitectos del citado siglo: Enrique Egas, Juan de Álava, Francisco de Colonia, Covarrubias, Diego de Siloé y Rodrigo Gil de Hontañón. También lo hacen de forma muy activa numerosos canteros vecinos de la ciudad, destacando la familia de los González. Resultan objeto de especial interés, dentro del nuevo edificio catedralicio, el Coro que sigue la línea de las sillerías de coro españolas del siglo XV, donde se muestran los sitiales de los Reyes Católicos y la Cátedra del Obispo que son obra del tallista Rodrigo Alemán. El Retablo mayor tallado por el imaginero Gregorio Fernández y su escuela vallisoletana tiene pinturas de los madrileños Francisco Ricci, Luis Fernández y Mateo Gallardo.
                                                                      


                                                                                      


 En el siguiente video se muestran los lugares más secretos de esta catedral tan espectacular:




jueves, 28 de marzo de 2013

DE INFANTIL A SEXTO

Gran enigma oculto
en este poema se esconde,
si sois avispados,
podréis descubrir dónde.

Rápido ha pasado el tiempo
y nos hemos hecho mayores,                                                
y ahora estamos en Sexto,                
¡ SEXTO B los mejores !

















Aún a la memoria me viene
el día que por primera vez el cole pisé,
algunos lloraban de pena
y otros no sabíamos ni qué hacer.

Cierto que Pepi con cariño nos acogió,
y en Infantil muchas cosas aprendimos:
leímos, jugamos, trabajamos … y respetándonos,
¡Muchos amigos hicimos!.

Imaginábamos que al crecer,
las cosas empezaban a complicarse,
muchas asignaturas, exámenes, profes nuevos…
¡Para aprobarlas todas, hay que aplicarse!

A medida que los cursos pasan,
adquirimos más conocimientos,
a Jose Luis, Javier, Pilar, Teresa, Mercedes …y este año Álvaro,
se lo agradecemos con sentimiento.

Si Ana nos enseña Música,
D. Carlos Educación Física,
Mª Jesús Religión y
Juanjo, Educación Artística.

Para aficionarnos a la lectura
recibimos encantados a la Maleta Viajera,
con sus historias, relatos y aventuras …
¡Qué experiencia fantástica, una semana entera!

Reflexionamos con “Ahora lo que Pienso”
sobre nuestros pensamientos, vivencias e inquietudes,
y con la “Historia de Akupai”
vivimos ilusiones, paises lejanos y virtudes.

Ocasión tenemos con las “Leyendas de Bécquer,
de pasar ratos de intriga, misterio y terror,
pero como somos curiosos
exploramos sin temor.
  
Finalizamos el colegio,
empezamos el instituto,
cargados de buenos recuerdos
en nuestro macuto.

Efectivamente seremos amigos para siempre,
aunque ahora nos separemos,
todos estos años han sido geniales
¡y nunca los olvidaremos!

Si esto es el final,
leed el mensaje secreto
en acróstico vertical.


JUAN SÁNCHEZ BAZAGA

viernes, 15 de marzo de 2013

La polea


DEFINICIÓN: Una polea, es una máquina simple, un dispositivo mecánico de tracción, que sirve para transmitir una fuerza. Se trata de una rueda, roldana o disco, generalmente maciza y rallada en su borde, que con la ayuda de una cuerda o cable que se hace pasar por el canal, se usa como elemento de transmisión para cambiar la dirección del movimiento en máquinas y mecanismos.

HISTORIA: No se sabe con exactitud quién inventó la polea pero se cree que pudo ser Arquímedes; un matemático, físico, ingeniero, inventor y astrónomo griego que según el escritor Plutarco en su obra Vidas paralelas ( 100 a. C.), realizó el experimento de sacar a tierra un barco tirando de una cuerda sin mucho esfuerzo.





 ELEMENTOS DE LA POLEA: Los elementos de una polea son la rueda o polea, en cuya circunferencia (llanta) hay un canal llamado "garganta" o "cajera" cuya forma se ajusta a la de la cuerda; las "armas", armadura en forma de U invertida o rectangular que la rodea completamente y en cuyo extremo superior existe un gancho por el que cuelga el conjunto.
TIPOS DE POLEAS: Según su desplazamiento las poleas se clasifican en "fijas", aquellas cuyas armas se suspenden de un punto fijo (no se mueven), y "móviles", que son aquellas en las que un extremo de la cuerda se suspende de un punto fijo y que durante su funcionamiento se desplazan, en general, verticalmente.
POLEAS COMPUESTAS: Existen sistemas con varias poleas (que podrán ser fijas o móviles), que pretenden obtener una gran ventaja mecánica, es decir, elevar grandes pesos con un bajo esfuerzo.


Entre estos sistemas están los POLIPASTOS que se utilizan en industrias para acciones de carga y descarga, en talleres mecánicos para elevar coches …
Otra aplicación práctica de las poleas la encontramos en bicicletas, motos y vehículos de motor y es la conocida TRÓCOLA,  que transmite la fuerza del inicio del movimiento a las ruedas.
Y tradicionalmente, en los pozos, para la extracción de agua siempre observamos la polea.
OPINIÓN PERSONAL: La polea nos facilita el trabajo y elimina parte de los sobrefuerzos, lo cual se refleja en bienestar.
En muchas de nuestras acciones diarias, sin darnos cuenta, hacemos uso de este sistema.


martes, 12 de marzo de 2013

La máquina de vapor


Una máquina de vapor es un motor de combustión externa que transforma la energía térmica del  agua en energía mecánica. En esencia, el ciclo de trabajo se realiza en dos etapas:
•    Se genera vapor de agua en una caldera cerrada por calentamiento, lo cual produce la expansión del volumen de un cilindro empujando un pistón. Mediante un mecanismo de biela - manivela, el movimiento lineal alternativo del pistón del cilindro se transforma en un movimiento de rotación que acciona, por ejemplo, las ruedas de una locomotora o el rotor de un generador eléctrico. Una vez alcanzado el final de carrera el émbolo retorna a su posición inicial y expulsa el vapor de agua utilizando la energía cinética de un volante de inercia.
•    El vapor a presión se controla mediante una serie de dedales ultrasónicos de entrada y salida que regulan la renovación de la carga; es decir, los flujos del vapor hacia y desde el cilindro.


En la máquina de vapor se basa la “Primera Revolución Industrial” que, desde fines del siglo XVIII en Inglaterra y hasta casi mediados del siglo XIX, aceleró portentosamente el desarrollo económico de muchos de los principales países de la Europa Occidental y de los Estados Unidos.
Tuvo un papel relevante para mover máquinas y aparatos tan diversos como bombas, locomotoras, motores marinos, etc. Las modernas máquinas de vapor utilizadas en la generación de energía eléctrica no son ya de émbolo o desplazamiento como las descritas, sino que son “turbomáquinas”; es decir, son atravesadas por un flujo continuo de vapor y reciben la denominación genérica de turbinas de vapor. En la actualidad la máquina de vapor alternativa es un motor muy poco usado salvo para servicios auxiliares, ya que se ha visto desplazado especialmente por el motor eléctrico en la maquinaria industrial y por el motor de combustión interna en el transporte.
“The Rocket”  fue una locomotora construida por George Stephenson y su hijo Robert en 1829. Se hizo famosa porque ganó el concurso de “Rainhill” y porque contaba con caja de fuego, caldera pirotubular alrededor del hogar y tiro forzado, todos ellos elementos de construcción esenciales que se conservaron hasta el final de la era de las locomotoras de vapor.
Según cuenta la leyenda, Stephenson la llamó así en respuesta a un artículo tendencioso aparecido en un periódico de la región, en el que se afirmaba que la gente preferiría irse a la luna en un cohete antes que montarse en un vehículo tan extravagante. Se hacía referencia así a los frecuentes accidentes graves con las máquinas de vapor estacionarias. La idea de mover un carro mediante una máquina de vapor pequeña parecía entonces una locura hasta a la gente ilustrada de la época.
La Rocket también tuvo en su haber uno de los primeros accidentes mortales en la historia del ferrocarril, cuando el 15 de septiembre de 1830, día de la inauguración del ferrocarril de Liverpool a Mánchester, arrolló y mató a un diputado del parlamento por un descuido.
La máquina original se conserva hasta hoy, aunque casi todas las piezas fundamentales han sido sustituidas o modificadas después de muchos años de servicio. El ejemplar expuesto en el Museo de Ciencias de Londres tiene, a diferencia del modelo original, cilindros en posición más horizontal y caja de humos. La empresa “Locomotion Enterprises” construyó en 1979 una reproducción de ella.



   

                      
                         












martes, 12 de febrero de 2013

La Energía y el Desarrollo Sostenible


La idea de “desarrollo sostenible” fue formulada en el informe presentado por la Comisión de Medio Ambiente y Desarrollo de Naciones Unidas en 1987, -conocido como el Informe Brundtland-, como “el desarrollo que satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer sus propias necesidades”. Hasta entonces se consideraba que en el desarrollo intervenían solo variables de tipo económico y social, a partir de ese momento entraron en juego otro tipo de consideraciones relativas al medio ambiente. En consecuencia se vio la necesidad de alcanzar un equilibrio entre el crecimiento socioeconómico de las generaciones actuales y la necesidad  de preservar los recursos medioambientales para las generaciones futuras.
La energía tiene relación con el desarrollo sostenible. Los servicios que la energía proporciona contribuyen a satisfacer múltiples necesidades básicas como el suministro de agua potable, la iluminación, la salud, la capacidad de producir, transportar y procesar alimentos, la movilidad o el acceso a la información, etc.
Globalmente, la distribución del consumo de energía es  profundamente desigual. Si observáramos  nuestro planeta por la noche desde el espacio, podríamos ver las diferencias de desarrollo entre los diversos países, con sólo mirar su grado de iluminación. Entonces encontraríamos las diferencias  entre los países desarrollados y ricos (Europa Occidental, Norteamérica, Japón, áreas de Extremo Oriente y Sudamérica y Australia) con el inmenso vacío del continente africano, donde apenas destacan las luces del Magreb y de Sudáfrica. Igualmente podríamos distinguir los grandes espacios vacíos, apenas habitados, en Asia Central, el Sahara, la Amazonía, las Montañas Rocosas, el gran norte Canadiense, el despoblado australiano o el interior de Siberia.


Existe una fuerte relación entre el grado de desarrollo y consumo de energía por habitante,  lo cual es lógico si tenemos en cuenta que el desarrollo económico de un país se relaciona con sus capacidades productivas, en el sector primario (agricultura, ganadería, pesca y minería), secundario (industrias) y terciario (servicios). Dentro de estos últimos juega un papel importante el transporte que permite el comercio entre diversas comunidades humanas. Todas estas actividades suponen un elevado consumo de energía.
Se estima que el consumo de energía en los países desarrollados es 80 veces superior al del África subsahariana. Menos de la cuarta parte de la población mundial, la que habita en el mundo industrializado, consume las 3/4 partes del total de energía disponible. En el mundo hay 2000 millones de personas que no tienen acceso a la electricidad y 1200 millones que no disponen de agua potable.
Frente a ello el caso extremo de los EE.UU. que con menos del 5% de la población mundial realiza más del 20% del consumo energético total. Otro ejemplo nos puede ilustrar: el 92 % de la población mundial no tiene coche; mientras en EE.UU y en la UE hay un coche por cada 1,8 y 2,8 habitantes respectivamente, en África sólo 1 por 110, y en China 1 por 1375.
La existencia de impactos medioambientales en la producción y uso de la energía se ha observado desde hace tiempo. La deforestación de muchas áreas o la contaminación asociada a los procesos industriales son casos bien conocidos. Pero, aunque graves, se trataba de impactos locales. En los últimos cien años los efectos locales han pasado a ser amenazas globales. Es un hecho reciente el reconocimiento de la asociación de la energía con problemas medioambientales de carácter global, que ya afectan la salud humana y la calidad de vida, pero muy particularmente las de las generaciones futuras.
Se hace por tanto imprescindible una colaboración entre países ricos (Norte industrializado) y pobres (Sur empobrecido), para fijar y cumplir objetivos que hoy están al alcance de la Humanidad, tal como recoge el programa de Naciones Unidas, conocido como los “Objetivos del Milenio” para el desarrollo.

 
 

jueves, 10 de enero de 2013

Bienvenidos

Hola, bienvenidos a nuestro blog.
Juan Sánchez y Miguel Piñero queremos continuar con nuestro periódico "La Crónica del Alfonso VIII".
Hasta ahora escribíamos nuestro diario en papel pero ahora, gracias a Internet, hemos dado un salto al mundo digital.
Seguiremos con nuestras secciones: noticias de interés, acontecimientos del colegio, novedades, el Rincón de Jumi,etc. Como siempre, informando al límite.